Hace algunos días se estrenó en Netflix un programa (documental) sobre la cocina maya, una gran labor de producción y una buena historia; sin embargo, ilustra el gran abandono que han sufrido estas comunidades cuyos conocimientos gastronómicos poco poco se van perdiendo.
La cocina yucateca esta también en la provincia, en esos pueblitos y ciudades que no son Mérida.
Quienes nos dedicamos a la cocina tradicional, vemos como poco a poco se va extinguiendo gran parte de la cultura culinaria de la región, buena parte por la pobreza, la falta de interés o los planes mal enfocados del turismo para promover esta parte de nuestra sociedad.
Y es que como negocio, la cocina yucateca es un gran negocio, un negocio para turistas, y en eso han apostado los programas del gobierno estatal, pero hay una mala noticia, el turismo se acabó, por lo menos este año y en lo que va del siguiente.
El Covid solo evidenció cómo durante muchos años se han aprovechado de ella para hacerse promoción, y no existe nada concreto al respecto, solo espectáculo y más aún cuando el Chef Muñoz Zurita -conocido por su "Diccionario de Gastronomía Mexicana" se atreve a corregir a la Secretaria de Turismo Estatal (Michelle Fridman )sobre sus comentarios en referencia a la serie de Netflix, como si el logro fuera suyo (Fridman) o mas bien dolido por no haber sido uno de los seleccionados de la Secretaria.
Y siempre ha sido así , solo faltaría que la Secretaria, al término de su cargo, abriera un restaurante de cocina yucateca como sus antecesores.
Cada Gobierno Estatal ha nombrado a su príncipe de la cocina yucateca, lo traen y lo llevan a todos los lugares donde pueda hacer promoción , viajan con ellos aquí y allá, son ingenieros, arquitectos, o empresarios, algunos no han terminado ni la preparatoria, conocen poco de la historia gastronómica y algunos dan clases en universidades sobre todo, menos de cocina yucateca.
Los que hemos viajado fuera de Yucatán sabemos perfectamente que la Cochinita no sabe a Cochinita y no me refiero al sentimiento patriótico, sino que de verdad no sabe. Ya me imagino las cosas que han de haber probado en Londres cuando acudió la comitiva de turismo.
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